sábado, 13 de octubre de 2012

Crónicas sin final. El cuento de nunca acabar...


   Cada viaje que emprendemos al realizar una búsqueda de información es único, pero hay una cosa que comparten: ninguno es el último.

   El dinamismo del conocimiento y de los interesantes procesos que subyacen a toda búsqueda, hacen que incluso dentro de un mismo viaje nos encontremos con ayudas y obstáculos inesperados, cambios de rumbos, naufragios y rescates. Incluso nos damos cuenta de algunas cosas que deberíamos haber puesto en la valija y no pusimos.

   Descubrimos numerosos puertos, viejos y nuevos, y dudamos de todos ellos: de su construcción, de sus habitantes, de los territorios que defienden y de los territorios que quieren conquistar. Incluso los puertos lujosos, legítimos y bien defendidos pueden esconder grandes intereses de poder subyacentes. Y también en algunas ocasiones dudamos en ultramar, incluso antes de soltar anclas. "¿Por qué estará este recorrido tan señalizado? ¿Por qué nos arrastran estas corrientes sin dejarnos cambiar rumbo?"

   Podemos animarnos a aportar algo en cada ruta y en cada puerto, o incluso fundar los propios, y estaremos así aportando al dinamismo de futuras búsquedas, propias y ajenas. Pero entonces nosotros también seremos observados con desconfianza. Es lógico: si nosotros desconfiamos en puerts ajenos durante nuestro viaje, entonces los demás también tienen derecho a desconfiar en los nuestros. Lo que es justo es justo.

   ¿Cuánto tiempo nos llevan nuestras aventuras de búsqueda? ¿Será mucho? ¿Será poco? ¿Hay un tiempo óptimo de duración? ¿Hay un tiempo clave que separa una búsqueda "eficiente" de una "ineficiente"? Todas preguntas que considero absurdo generalizar. Si los procesos subyacentes son dinámicos y cambiantes, y si cada búsqueda es única, no tiene ningún sentido marcar un "gold standard" temporal. Tanto los tiempos personales como los sociales varían para cada búsqueda, para cada momento, para cada lugar.

   En definitiva, para cada contexto y ocasión, tendremos que preguntarnos: ¿Qué instrumentos y qué mapa llevo para iniciar este viaje? ¿Qué pretendo descubrir? ¿Qué camino tomo? ¿Cuánto tiempo empleo? ¿Qué observo y analizo en cada puerto? ¿Sólo pretendo buscar o también pretendo aportar?

   A lo largo de cada viaje tendremos que estar listos para cambiar, quizá más de una vez, las respuestas iniciales a esas mismas preguntas. Y en futuros viajes, no nos asustemos si las respuestas son completamente diferentes.

   De eso se trata, de escribir crónicas sin final, para un cuento de nunca acabar...



lunes, 1 de octubre de 2012

Búsquedas multivariadas


   Éxito, confiabilidad, tiempo. ¿Qué significan estos tres términos cuando realizamos una búsqueda? Prefiero analizar una pregunta más interesante: ¿Significan estos tres términos siempre lo mismo cuando realizamos una búsqueda?

   El éxito de arribar al resultado buscado, o diríamos en nuestra analogía ultramarina, arribar a buen puerto, depende mucho de cuál era nuestro objetivo en primera instancia al emprender el viaje, y de cómo fue variando éste a lo largo del recorrido. Muchas veces el éxito no necesariamente es llegar a lo buscado sino, como analizábamos durante la primera semana, es encontrarse con aquellos territorios inesperados, que quizá nos lleven a replantear nuestros objetivos iniciales. Y no debemos olvidar los procesos subyacentes de recolección, indexación y presentación que ya hemos estado discutiendo en otras oportunidades, que influirán también en el "éxito".

   La confiabilidad de lo que encontremos dependerá directamente del contexto social, histórico y cultural en el que realicemos la búsqueda. La confiabilidad está sujeta a consensos, y por ende lo que es confiable hoy puede no serlo mañana. En el ámbito académico, por ejemplo, la forma de hacer ciencia no es estática sino que va mutando a lo largo de la historia, conforme van cambiando las formas de pensar y los criterios consensuados de quienes la llevan adelante.

   El tiempo que debería insumir una búsqueda tampoco es invariable. ¿Será siempre lo ideal emplear el menor tiempo posible, según los principios de eficiencia de nuestra vertiginosa época? Eso dependerá mucho de nuestras necesidades y objetivos. A veces será mejor invertir más tiempo, pero heredar un mejor recorrido y un mapa más fructífero de una buena búsqueda. En otros casos, quizá alcance con una rápida búsqueda puntual de un dato.

   Cada travesía es un nuevo camino por recorrer, por lugares diferentes, en tiempos diferentes y en contextos diferentes. El éxito, la confiabilidad y el tiempo requerido son términos tan dinámicos como los procesos que subyacen a toda búsqueda.


Refinamientos visibles e invisibles


   En nuestros tiempos, realizar una búsqueda a través de un motor en la Web se ha convertido en una actividad cotidiana. Para quienes tenemos muy incorporado este hábito, ya sea en contextos académicos como informales, la eficiencia del proceso se va refinando con la práctica a medida que incorporamos estrategias para, por ejemplo, seleccionar las palabras clave justas y necesarias.

   De vez en cuando me percato de la cantidad de opciones refinadas de búsqueda que van surgiendo y de las pequeñas ayudas que se van incluyendo. Resulta interesante que muchas de ellas me pasan desapercibidas hasta un tiempo después de que se han incorporado. En la costumbre de uso, uno tiende a repetir el proceso de forma más o menos parecida una y otra vez, siendo que en verdad los motores se van optimizando con mejore algoritmos y cruces estadísticos, y actualizan de tanto en tanto las opciones de búsqueda para el usuario.

   Los filtros avanzados, las restricciones de idioma, las opciones de traducción, por mencionar algunas, no son herramientas estáticas sino que "invisiblemente" se van ajustando de tal manera de ofrecernos una búsqueda cada vez más eficiente y refinada.

   Creo pertinente relacionar este hecho con el análisis que realizábamos la vez pasada. Los procesos de recolección, indexación y presentación subyacen a toda búsqueda, por más "informática" que sea. Y esto implica que hay optimizaciones, intenciones, conveniencias, pragmatismos funcionando detrás, muchos de los cuales se reflejan en los refinamientos visibles e invisibles que se ofrecen a los navegantes de la Web.

   Si el proceso subyacente es dinámico, ¡entonces apuntemos a que nuestras estrategias y tácticas de búsqueda también lo sean!


martes, 18 de septiembre de 2012

Anclando conocimientos


   Las habilidades de búsqueda bibliográfica y análisis crítico de la información resultan imprescindibles frente al enorme y creciente avance de las nuevas tecnologías. La conectividad y el diluvio de datos nos va haciendo cada vez más partícipes y responsables del conocimiento que podemos crear recorriendo las super-autopistas de la información.

   Los search engines o motores de búsqueda se han convertido en puertos de embarque para navegar estos crecientes y cambiantes océanos. Sus diferentes mecanismos subyacentes de funcionamiento hacen que cada búsqueda sea única y arroje resultados distintos en motores distintos y en tiempos distintos.

   Esto me lleva a reflexionar sobre las ideas que me evocan los procesos de rastreo, indexación y presentación que subyacen a los motores de búsqueda. ¿Con qué conceptos previos los podría relacionar? Veamos, en el contexto de una actividad informal o de entretenimiento, como los videojuegos:


   Mediante este ejemplo sencillo, cotidiano e informal, observamos que en toda búsqueda subyacen procesos de recolección, indexación y presentación. Es interesante notar que todos ellos llevan implícitos criterios, intenciones, decisiones, alternativas posibles.

   A veces nosotros mismos llevamos adelante estas tareas, pero en otras ocasiones, por ejemplo cuando emprendemos búsquedas en la Web, estos procesos son realizados por los search engines.